Por Claudia Ostrop
Ideas creativas, consejos de organización y formas de compartirlos
Si te gusta tejer o hacer crochet, seguro conoces el problema: al final de cada proyecto siempre quedan restos de hilado—¡a veces solo unos metros, otras veces ovillos enteros! Son demasiado valiosos para tirarlos, pero no alcanzan para un nuevo proyecto grande. Con el tiempo, se acumulan bastante. Entonces, ¿qué hacer con estos pequeños tesoros?
Hemos reunido algunas ideas y consejos para ti: formas creativas, prácticas y sostenibles de aprovechar al máximo tus restos de hilado. Ya sea que estés buscando nuevas ideas o simplemente quieras organizar mejor tu colección, ¡sigue leyendo!
Organizar restos de hilado: cómo mantener el control
Cuantos más proyectos tienes (o has tenido) en las agujas, más rápido crece la montaña de restos. Para que no pierdas el control, aquí van algunos consejos:
Clasifica por color, material o grosor
Seamos sinceros: meter todos los restos de hilado en una sola caja puede ser rápido y cómodo, pero no es nada práctico. ¿Quién no ha buscado alguna vez ese ovillo específico que debe estar en alguna caja por ahí?
Nuestro consejo: mantén el orden.
Tiene mucho más sentido guardar juntos los hilados similares. Por ejemplo, puedes agrupar todos los hilados tipo mohair o los que son esponjosos. También puedes organizarlos por grosor o por composición. Incluso si dos hilados tienen el mismo metraje, el algodón y la lana virgen no siempre combinan bien—las propiedades del material son clave.
Si organizas tu reserva de restos de hilado agrupando hilados similares, no solo sabrás dónde buscar, sino que incluso podrías inspirarte para un nuevo proyecto.
Si tienes muchos restos, también puede ser útil clasificarlos por color. Y algo muy recomendable: guarda al menos una etiqueta del ovillo. Así podrás identificarlo fácilmente incluso después de mucho tiempo.
Empaque y almacenamiento
Las cajas plásticas transparentes con tapa hermética son ideales para guardar hilados—ya sean restos o nuevo stock. Puedes ver lo que hay dentro de un vistazo, y el polvo (y las polillas) se quedan afuera.
Las bolsas con cierre tipo zip también son muy útiles, especialmente para cantidades pequeñas de hilado. Si las cuidas bien, pueden durar bastante.
Los restos muy pequeños que no quieres desechar se pueden enrollar alrededor de tarjetas o tiras de cartón—una solución ordenada y compacta.
(Por cierto, hace un tiempo escribimos un post en el blog dedicado exclusivamente al almacenamiento adecuado de los hilados.)
Llevar un diario de hilados

Si quieres tener tu reserva de hilado perfectamente organizada, te recomendamos llevar un registro:
Puede ser en papel, al estilo clásico, o digital—por ejemplo, en Ravelry—donde puedes anotar todos los hilados que tienes y las cantidades disponibles.
Claro, si estás empezando y tienes que catalogar todo tu stock anterior, puede llevar algo de tiempo, dependiendo de cuánto hilado tengas. Pero una vez hecho eso, si anotas cada nueva compra o resto en cuanto lo tengas, el esfuerzo es mínimo y el beneficio enorme.
Proyectos pequeños, gran impacto
Hay un sinfín de formas de ser creativa incluso con pequeñas cantidades de hilado. Puedes optar por proyectos pequeños o combinar varios hilados que combinen bien para crear una pieza grande y colorida.
Ideas para tejer y hacer crochet con restos de hilado

Incluso con cantidades pequeñas de hilado puedes tejer o hacer crochet cosas hermosas. Los diseños a rayas son perfectos para aprovechar restos—aunque un patrón esté pensado para solo dos colores, puedes añadir todos los tonos que quieras, ¡dependiendo de cuánto te rinda cada resto! O puedes transformar un diseño liso en uno alegre y multicolor.
Hemos seleccionado algunos de nuestros diseños que son el lienzo perfecto para aprovechar restos de hilado. Eso sí, es importante que los hilados tengan grosores y metrajes similares.
En el cuello Desert Shade, las rayas en punto brioche se alternan—¿por qué no ir cambiando uno de los colores poco a poco, o incluso los dos?

El chal Rippling Waves es ideal para llenarlo de rayas coloridas.
La camiseta Mana ya transmite alegría—¡pero seguro que puede ser aún más colorida!
Cintas para el cabello, mitones o scrunchies—hay muchísimos patrones que requieren muy poco hilado. Puedes encontrar patrones para accesorios tejidos o a crochet en nuestra tienda o en nuestra página de Ravelry.
Si quieres tejer para niños, el pañuelo Bobi necesita muy poco hilado—¡quizás te alcance para hacer varios!
O los pantaloncitos Vilma—originalmente son a rayas en dos colores, pero ¿por qué no hacerlos con todos los colores del arcoíris?

Puedes encontrar muchos diseños encantadores para niños en nuestra tienda o en las revistas Collezioni Kids.
¿Te gusta hacer crochet? ¿Qué tal la funda para celular Gan?
¿O la bolsa con nudo Aja?

Rayas, bloques de color e intarsia: grandes aliados para aprovechar restos Ya sea que tejas o hagas crochet, la mayoría de los diseños se pueden adaptar para aprovechar restos de hilado usando rayas, bloques de color o técnicas como la intarsia. Lo importante es que los hilados tengan grosores similares. También puedes usar hilado más delgado en doble hebra para igualar la muestra del hilado más grueso.
Para restos de algodón, los agarradores de cocina tejidos o a crochet son un clásico. ¿Y qué opinas de los granny squares? Estos cuadritos florales y coloridos se hacen rápido y se pueden unir para formar mantas de cualquier tamaño.
Bordar y remendar con hilado

Los restos más pequeños son perfectos para bordar. Especialmente si vas a bordar sobre tejidos de punto, fieltro o telas gruesas, no necesitas hilo de bordar. Con hilado puedes embellecer prendas o telas y convertirlas en piezas únicas. ¡Y bordar flores pequeñas es más fácil de lo que parece! Tal vez te inspire nuestro cardigan Vanina.
Y no olvidemos una tendencia maravillosa: el visible mending (remiendo visible), donde los remiendos se hacen de forma intencionalmente visible, convirtiendo la zona reparada en un detalle decorativo.
Manualidades con restos de hilado – ideas creativas para decorar
Todos conocen los pompoms—esas bolitas suaves que adornan los gorros, por ejemplo. Pero, ¿qué tal hacer muchos pompoms pequeños y convertirlos en una guirnalda? También puedes hacer llaveros o decorar envoltorios de regalo.
Lo mismo aplica para borlas y flecos—¡nunca está de más tener algunas listas!

Con pequeños triángulos tejidos a crochet puedes hacer banderines decorativos, por ejemplo, para el cuarto de los niños.
También puedes crear decoraciones navideñas o de Pascua con restos de hilado. ¿Qué tal unos adornos de Navidad tejidas o arbolitos de crochet?
Otra forma de usar hasta los restos más pequeños es hacer bolitas de fieltro. Enrolla pequeños ovillos bien apretados y pasa la punta del hilado por el centro con una aguja lanera para que no se deshagan. Mete las bolitas (preferiblemente de lana 100% sin tratamiento superwash) en una bolsa de lavado y ponlas en el ciclo de lana de la lavadora. Luego puedes coserlas entre sí para hacer, por ejemplo, portavasos.
Donar hilados – compartir con propósito
Y claro, puede llegar un momento en que simplemente tengas demasiados restos acumulados. Pero antes de tirarlos (¿en serio? ¿tirar hilado? ¡Inimaginable!), mejor regálalos:
- Jardines infantiles y escuelas suelen estar encantados de recibir restos de hilado para manualidades o talleres creativos.
- Hogares de ancianos también agradecen donaciones—muchos residentes aún disfrutan tejer o hacer crochet, pero no siempre tienen acceso a materiales.
Hay muchas organizaciones y proyectos solidarios que tejen para personas necesitadas o que organizan talleres con personas refugiadas. En estos casos, los restos de hilado donados son más que bienvenidos.
Lo mejor es preguntar antes si hay necesidad actual.
Pequeños ovillos, grandes posibilidades
Los restos de hilado—ya sean solo unos metros o casi ovillos completos—son demasiado valiosos para dejarlos olvidados en una caja. Si te gusta tejer, hacer crochet, bordar o simplemente ser creativa, con un poco de imaginación y organización puedes transformar hasta los restos más pequeños en algo hermoso.
Y si los donas o los intercambias, puedes alegrarle el día a alguien más y al mismo tiempo cuidar los recursos del planeta.
Así que: ¡saca tus restos de hilado del cajón, inspírate y ponte manos a la obra—tu próximo mini proyecto ya te está esperando!
¿Qué te gusta hacer con tus restos de hilado? ¡Comparte tus ideas y consejos en los comentarios!



